El conflicto entre Cataluña y España sigue presente día tras días en la agenda de los políticos y en los medios de comunicación. Sin embargo, es uno de los temas que menos preocupa a los catalanes, que lo sitúan a la cola de sus preocupaciones, por detrás de la corrupción, la delincuencia, la crisis económica y el cambio climático, entre otras cosas. En concreto, un 55,7% señala que el conflicto les genera inquietud.
Los datos han sido extraídos de la encuesta “Convivencia y seguridad en Cataluña” del Insitut Català Internacional per la Pau (ICIP), que ha cuestionado a 2.055 personas durante el pasado mes de julio para evaluar las percepciones de convivencia, confianza y seguridad de la ciudadanía, examinar sus actitudes ante violencias cuotidianas y detectar el grado de polarización ideológica y emocional.
Según las respuestas, a pesar de que el procés independentista no preocupa a los catalanes con especial importancia, sí que se extrae que es uno de los temas que más divide a la población. Y aunque este año ha disminuido ligeramente respecto al anterior, continúa siendo el tópico más polarizado con una nota de 6,8 (el año pasado fue de 7,1).
De hecho, la división de opiniones se refleja en otra de las preguntas de la encuesta, que recoge que las personas que se identifican con una identidad únicamente española o más española que catalana son las que más manifiestan que han tenido miedo a expresar sus opiniones públicamente con un 33,4% y un 33,3% respectivamente.
Sobre la polarización, hay una tendencia al alza en cuanto a la ideológica, con tan solo unas décimas por encima del año anterior. Aun así, se mantiene dicha tendencia en temas como el uso de la lengua habitual para comunicarse, la inmigración, los impuestos y el estado de bienestar y el feminismo.
Un 55% cree que la seguridad ha empeorado
En cuanto a seguridad, más de la mitad de los ciudadanos de Cataluña consideran que ha empeorado este último año, mientras que un 73% cree que lo ha hecho en todo el mundo. No obstante, al ser preguntados sobre su seguridad personal, un 76% responde que no ha variado y sigue igual que el año anterior.
Según el director del ICIP, Kristian Herbolzheimer, la población catalana manifiesta "actitudes propias de una cultura de paz" y "síntomas de una mejor convivencia ante las discrepancias". Unos datos que se reflejan en el informe.
Las respuestas señalan que la ciudadanía es poco tolerante con las violencias cuotidianas, como son que el público insulte a un árbitro o al equipo rival en una competición deportiva; reírse de bromas que ridiculizan y humillan a las mujeres o que un superior grite a un empleado en una reunión.
La única excepción es que una de cada cinco personas ve adecuado que padres y madres den una bofetada a su hijo o hija cuando se porten mal.
Señales de alerta
El ICIP apunta como señales de alerta que la mayoría de la población considera que la seguridad ha empeorado y que ciertos grupos aceptan el uso de violencia física y verbal en determinadas ocasiones con determinados objetivos. Además, también detecta cierta tolerancia sobre violencias de tipo estructural y cultural, relacionadas con la vivienda y el racismo, por ejemplo.
Asimismo, señala que la desconfianza de la población con el funcionamiento de la democracia es alta, tan solo un 4,5 confía en las instituciones, mientras que la media europea se sitúa en 5,2.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios